lunes, 15 de junio de 2015

Taller de prensa y musicoterapia: sobre la musicoterapia.

Aprovechando el buen tiempo hemos realizado algún que otro taller en el jardín con el fin de crear una rutina estimulante en nuestros/as usuarios/as, para ello hemos implantado un tratamiento de musicoterapia en el que, al ritmo de diversos ritmos, instrumentos y tipos de música, estimulen sus capacidades y habilidades cognitivo-sensoriales así como la creación de vínculos sociales . De igual manera implantamos talleres en los que la estimulación de la atención y orientación fue el principal objetivo, para ello echamos mano de los periódicos y la lectura y posterior comentario de sus noticias.

En la línea de ello, podemos comentar la importancia de la musicoterapia como factor estimulador de una persona con Alzheimer. Nuestra asociación propone dicho tratamiento para promover la socialización entre los enfermos y enfermas, ya que la pérdida de capacidades cognitivas, lenguaje y perceptuales, reducen la interacción de éstos con el entorno. Por ejemplo, los usuarios y usuarias que han perdido la capacidad del habla pueden ser capaces de tener una interacción mínima con otros mediante el canto o la música, así como la utilización del canto en grupo puede mejorar el comportamiento social, físico y emocional.
La musicoterapia estimula las capacidades cognitivas y facilita la conducta comunicativa.
Los trabajos efectuados con estas personas aportan datos cualitativos al afirmar la mejora en el comportamiento social y el aumento de los niveles de participación y memoria, en definitiva sugieren la mejora de la calidad de vida.También se sostiene que el ritmo es un elemento fundamental para la organización y coordinación del proceso interno y externo entre personas ya que ofrece un marco de referencia para la percepción. De este hecho surge la posibilidad de que los pacientes mediante la estimulación musical puedan interpretar partes de canciones o melodías pues, están reforzados por el estímulo apropiado.  Por tanto, esta capacidad de socialización se presenta indirectamente como una herramienta de prevención al quedar demostrado la mejora en las áreas afectivas y en las actitudes sociales, un descenso en la ansiedad y una mejora en las diferencias cognitivas.